En el curso 1999/2000 algunos maestros/as solicitamos a la Consejería de Educación entrar a formar parte del Proyecto Grimm, una iniciativa de Antonio Bartolomé, profesor de la Universidad de Barcelona, que quiso "averiguar qué pasa cuando metes un ordenador en clase" de infantil, qué cambio metodológico podría suponer el uso las TIC no como un fin sino como un medio, al la vez que se plantea repensar la escuela para que los alumnos "sean creativos usando la tecnología".  Así llegó nuestro primer Imac al cole, compartido entre las aulas de infantil.

La idea se extendió también a la primaria y el profesorado, que teníamos poca práctica en su uso, iniciamos nuestra formación, impartida por el entonces director Guillermo Cepeda, con varios ordenadores instalados en los despachos de administración. Poco a poco en cada aula de primaria se fue introduciendo un ordenador, primero con los  ya desechados por las distintas consejerías (a las que se los solicitábamos) y después se fueron comprando a base de rifas y una gran colaboración por parte de nuestras familias. Posteriormente conseguimos cablear algunas aulas del edificio antiguo y tener conexión a Internet.